viernes, 26 de junio de 2015

Space Jockey

Sólo deseo con ansias infranqueables aquel maravilloso día en el que los Ingenieros de nuestra raza regresen a La Tierra para generar el cambio final de mi término acuñado: La Procreación Final, es decir, el Nuevo Cambio de Conciencia. Que nos desvelen los secretos del cosmos, la mecánica cuántica y espiritual, y la magia espiritual que en nuestros códigos genéticos encriptaron.
Esos entes nórdicos superiores deben enseñarnos el camino para que en los siglos venideros nos convirtamos en los Dioses Futuros de los días apocalípticos que acabarán con nuestra especie y nuestro planeta.
Es algo así como si ellos fuéramos nosotros después del viaje espacio-temporal y dimensional adecuado, tras cambios en la fisonomía y la genética, tras la evolución al fin y al cabo.
Nuestros auténticos reyes, emperadores y guías, creadores de subrazas esclavas deben enseñarnos para preservar la dignidad perdida, son nuestros padres, y no los simios como Darwin pretendiera...