martes, 23 de diciembre de 2014

KNIGHTS

Todos piensan que soy una acólita del inframundo, y nada más lejos de eso, puesto que Yo Soy el Propio Inframundo.
Aborrezcamos el Concilio del Nuevo Oriente del Sur, acerquémonos a Shamballah desde el Tíbet y a la filosofía de la pureza propia del Viejo Oriente Sánscrito.
Dejemos atrás la tradición y la cultura impregnada de mestizaje banal, sólo debemos unirnos con el camino espiritual supremo, que ni siquiera el budismo o el hinduismo nos revelan, pero son las corrientes que nos pueden dar las pautas adecuadas para proseguir por el simbolismo arcano egipcio y la sintuosidad sumeria, hasta llegar a la cumbre de Thule, Hiperbórea y Atlántida, siendo estos tres conceptos-realidades el destino de todo aquel que desee controlar las energías psíquicas y en definitiva el Vril y su unión con el Todo-Nada.
La línea del Caos está trazada, síguela joven inepto, únete a tu ignorancia de potencia racial nazi, pensando en una pureza genético-física, cuando la auténtica pureza está en el alma desligada del dogma mestizo. Una psyche desdichada, luchadora y especial en su viaje no se unirá a un individuo futuramente esclavizable, pero tampoco debe ajustarse al cuerpo de un ario siempre, sino a un individuo potencialmente atlante.
Recordad pues que la primera raza sobre la Tierra también creó a los arios como subraza, y que los primigenios no poseían un cuerpo como nosotros lo entendemos.


 

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