Jamás pude dudar de la promesa divina con ella, porque este fue un pacto sagrado, un pacto antiguo.
Lo nuestro no es de este mundo, es un juego de almas inmortales y divinas que no se dejarán arrastrar por
las miserias de podredumbres humanas, de líos salvajes, de mentes precarias.
Un pacto sagrado de eones y evos que se materializó, que se hizo estructura, que alberga muchísima magia
y más simbología, una resonancia cristalina y magnética que resuena con su vibración en todas las esferas.
Nunca hubo duda, sólo las flaquezas de pseudo-inquinas primitivas, que jamás a una mente divina deben
siquiera hacerse preguntar hacia dónde irá.
Cuál será nuestro próximo destino.
Irrompible, absolutamente libre de espíritu y además etrerno y de naturaleza supra-antiqcua
My cosmic wife, AETERNUM LOVE
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