miércoles, 7 de octubre de 2020

CLUB PSICONÁUTICO TRAFALGAR

Fueron unos días maravillosos desde el anunciado encuentro, sin duda quedó firmado en la estela de equilibrio y energía cósmica que entrelazamos entre todos, unos mágicos días desde la llegada del enviado del  Vajrayāna, que sin duda alguna nos mostró la senda adecuada, la senda que nuestras incólumes almas deseaban, ansiaban, y esperaban.

El evento se dio el Martes, nos casamos y embarcamos, como buenas hijas de la Fortuna y el Entendimiento de las sensaciones más empíricas dentro de las dudas del territorio humano y desconocido.

La elegancia de la sucesión de acontecimientos era embaucadora, al igual que los lazos interáuricos que empezaban a reencontrarse y entrelazarse entre nuestros caminos, haciendo evidente esta gran profecía, este fue el culmen tras lo acaecido en el estío; no fuimos al Sabbath celebrado días anteriores, pero acudimos a la Llamada del Faro, como navegantes experimentados, y emprendimos uno de los muchos Altos Vuelos que juntos nos esperan...

Las sensaciones de mística y sabiduría se mecían entre nuestra inteligencia supradivina, conectando las sensaciones con la luz elemental, encaminados al puro amor y a la sensación de suprema libertad. Todo fue ANASTASIS PAGANA, RITUAL PRIMORDIAL Y NECESARIO, MEDITACIÓN DE NUESTROS SENTIDOS EN LA LISERGIA INICIÁTICA, sólo así puede tener sentido, el sentido más elevado de unión, comprensión, curación y JOLGORIO.

Mi YO desapareció una vez más, recordándome a aquel otro evento ya ocurrido en el pasado, pero me guié en la oscuridad de la mente kabalística, revolviéndome por el sendero de las almas perdidas, entre los muertos, me hallé extraña, solo, desubicada, pero el enigma era ese, esa era la prueba.

Volvía al centro del TIPI, y allí surgía la poderosa magia ancestral, nuestras almas se conectaban, nuestros cuerpos ascendían, se materializaban las figuras ancestrales y la gran hélice de los tiempos, el rayo cósmico salía de nuestros corazones nada disonantes, y ese campo energético y vibracional purificó y protegió, definitivamente, sanó.

La duda y el desconocimiento eran  ideas humanas, había que enfrentarse al misterio de lo sagrado, luchar contra la Sombra una vez más, para encontrar el FARO: TRANSMUTACIÓN Y ALQUIMIA, LOS NAUTAS HABÍAN EMPRENDIDO UN VIAJE MÁS ENTRE LOS  MORTALES, PERO DEJÁNDOLOS ATRÁS, no sin pensar en su necesaria salvación.

En esta ocasión el shamanismo nativo americano fue evocado desde el Cráneo Sagrado. Los altos vuelos del Himalaya y la conciencia indoeuropea se reconectaban, con la transmigración misma de nuestras mil almas y cuerpos sagrados, nuestras mil mentes y sexos, géneros y tribus; una combinación perfecta en la armonía, un bálsamo en honor a LOS MUERTOS, pasando por sus laderas y sorteando las batallas de la introspección, para beber definitivamente del hueso de JOTUN, el primer gigante...

Sin duda nuestra comunión fue con Vishva Mitra, y todo lo engendrado se concentró una vez más en la GOTA, la lágrima de SHIVA.


Voy a intentar resumir esta experiencia  en el Cabo de los Perdidos, en este punto telúrico consagrado por nuestra COVEN , con estos versos, a los que le siguen la otra experiencia sanadora, días después, aún así quedará plasmada la experiencia SUPRAINICIÁTICA llevada a cabo en la destilación de nuestras emociones:



i-Reunión ancestral, llamada sigilosa del espejismo sin límite,

transfiguración colativa hasta el asentamiento del cónclave.

Sólo miradas del más allá podían vernos, sólo la perdición podría esperarme en las arenas.

Subida y bajada, baile ceremonial, brillo galáctico iridiscente,

LA GRAN ABADÍA FUE SELLADA.

Sagrado Cráneo, luz en la mirada, brillo en el alma.

Ascensión tribal sacrosanta por el túnel infinito,

psiconautismo exacerbado en las almas impías, extranjeras en el sollozo, aliens de la NEW AGE.

Equilibrio sin temor, duelo con compasión.

AUGUSTA EST AD AETERNUM



ii Altos vuelos esmeraldas, previos a los gritos de desconsuelo y al eco del mundo repetitivo.

Brillos y fluctuación permanente, criaturas de diamante indómito y fugaz.

Flagrante hechicería, milenaria respuesta, las mil voces te jugaron una mala pasada.

El secreto final estuvo en uno mismo, en el gran laberinto que no debe atormentarnos...








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