Desde la lóbrega mansión de mi familia observaba a los muchachos corretear por los jardines, siempre quise compartir mis historias y pinturas, pero tenía miedo al rechazo, así que me abandoné en mis eternas ensoñaciones.
Nadie quería saber de mi presencia, yo sólo fui un sentimental romántico, sólo quería amarlos puramente.
Nadie quería saber de mi presencia, yo sólo fui un sentimental romántico, sólo quería amarlos puramente.
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