miércoles, 13 de agosto de 2014

ATHEISM

Últimamente ha surgido un nuevo concepto que muchos desecharon o tacharon de inservible durante mucho tiempo, es el otro ateísmo, el ateísmo reaccionario, no sólo la negación a la idea de Dios tradicional o judeocristiano, sino la reacción contraria o superior a esta idea, la creencia en la ciencia y el materialismo.
Aunque lo crean o no, realmente no son ateos, sino que cambian el ídolo tan extendido desde la antigüedad por otro, como ellos mismos, o la creencia y "fe" en la ciencia, la materia y el orden físico del Universo.
Al parecer la raza humana siempre se ha sustentado de creencias trascendentales, para poder vivir y soportar la inmensidad del Todo, si esto no fuese así nuestra especie no habría desarrollado culturas y religiones, y quizás estaríamos ya extintos.
La creencia en algo es un teísmo en sí, ya sea el individuo (ego), la naturaleza, o algún orden cósmico o espiritual, el Todo o la Nada.
Nuestra raza es tan imbécil y subyugable que necesita respaldarse en creencias ficticias o creadas desde la razón para no ahogarse en el pozo antiexistencialista del Caos y la Oscura Inmensidad del Cosmos.Ese es el Horror Cósmico, el valor que sobrepasa lo real e irreal, lo que existe y lo que se suea o imagina, quizás sea el único Dios que a todo engloba, la Gran Mente, pero hasta esto es una consecuencia de esa necesidad de trascendencia humana, de esa razón, yo considero que esta Mente existe y prevalecería con o sin nosotros, antes y después, y nuestra razón y ciencia, y nuestros pensamientos y divagaciones hacia esta Totalidad fueron o han sido sólo circunstanciales.
Ante todo esto siempre prevalece la existencia o no existencia de la NADA, no física sino mental, la idea de que nada nos respalda en este gran Continente y acaba con nuestra relativa cordura filosófica, cuando sobrepasamos estos muros ya no hay vuelta atrás, ni la esperanza inservible de la Nous Suprema...
 

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