Una gran contradicción de mi existencia es la existencia en sí misma.Muchas veces he defendido a ultranza el sentido jerárquico de la realidad cósmica, la fuerza total de la ciencia, la astrofísica y la razón humana para comprender al menos las estructuras básicas del Universo, la Creación o la Naturaleza y el Todo; pero quizás el Sentido mayor de Todo sea el Sinsentido, quizás la vida y la realidad no tengan una finalidad real, y sus posibles finalidades quizás nos parezcan despropositadas.
De ahí que la vida o la muerte no valgan nada, la realidad no vale nada, todo es una espiral de ilusiones en constante movimiento, es un sueño en el que estamos atrapados y queremos aferrarnos a él y a su escapatoria imposible.El mundo de los posibles imposibles y los imposibles posibles nos rodea,el principio creador o increador de la Nada se muestra en estas cavilaciones de las dimensiones materiales y físicas, la duda de la inexistencia y el no valor de perpetuidad y desarrollo.
Quizás todo nos supera más de lo que creemos o podamos imaginar o pensar, por eso no todo el mundo, o no la gran mayoría de terrícolas piensa en estas denigrantes hipótesis sobre la relevancia de nuestro ser, nuestra alma y nuestra propia razón y progreso científico.
Nada vale, todo vale, es lo mismo de siempre, encerrados en estructuras relativas, en espirales y nebulosas, en un mundo relativo en universos relativos, en mentes relativas aunque nuestra razón lógica y nuestra necesidad de sentido cree divagaciones racionales y bases que sustenten nuestra existencia terrenal y trascendental.
Aunque adquiramos sabiduría y erudicción, vivamos o muramos, todo o nada seguirá igual, y la neutralidad o la inexistencia serán nuestros interrogantes.Esa es la enfermedad de nuestra necesidad de comprender y seguir unas leyes y rectas...
De ahí que la vida o la muerte no valgan nada, la realidad no vale nada, todo es una espiral de ilusiones en constante movimiento, es un sueño en el que estamos atrapados y queremos aferrarnos a él y a su escapatoria imposible.El mundo de los posibles imposibles y los imposibles posibles nos rodea,el principio creador o increador de la Nada se muestra en estas cavilaciones de las dimensiones materiales y físicas, la duda de la inexistencia y el no valor de perpetuidad y desarrollo.
Quizás todo nos supera más de lo que creemos o podamos imaginar o pensar, por eso no todo el mundo, o no la gran mayoría de terrícolas piensa en estas denigrantes hipótesis sobre la relevancia de nuestro ser, nuestra alma y nuestra propia razón y progreso científico.
Nada vale, todo vale, es lo mismo de siempre, encerrados en estructuras relativas, en espirales y nebulosas, en un mundo relativo en universos relativos, en mentes relativas aunque nuestra razón lógica y nuestra necesidad de sentido cree divagaciones racionales y bases que sustenten nuestra existencia terrenal y trascendental.
Aunque adquiramos sabiduría y erudicción, vivamos o muramos, todo o nada seguirá igual, y la neutralidad o la inexistencia serán nuestros interrogantes.Esa es la enfermedad de nuestra necesidad de comprender y seguir unas leyes y rectas...
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